Fue en la ceremonia en que el Papa Francisco declaró Santa a la jesuita argentina María Antonia de Paz y Figueroa donde el párroco de Empedrado, Nirivilo y Sauzal, José Ulloa, le correspondió entregarle la comunión al Mandatario durante la eucaristía oficiada en El Vaticano la mañana de este domingo.
El popular religioso, conocido como “padre Pepe”, tiene 37 años de ejercicio en diferentes comunas de la Diócesis de Linares como Cauquenes, Parral y San Javier. Se encuentra de viaje en Roma desde la semana pasada y en ese contexto asistió a la histórica misa de canonización de la primera santa transandina, jornada que fue seguida por millones de televidentes en todo el planeta y en que resultó seleccionado -entre más de cien sacerdotes- para que el gobernante recibiera la hostia.
“Yo me encontraba entre las autoridades argentinas y detrás mío el Papa. El Presidente Milei estaba arrodillado y yo le di la comunión en la mano. Fue muy sorprendente e inesperado para mi”, destacó el cura maulino quién además ofreció la comunión a un diácono y un guardia suizo.
Entre otros servicios destacados realizados por el padre Pepe está el 2019 su nominación como uno de los encargados de la visita de la Virgen de Fátima a Chile junto a organizadores de la misión. También ha viajado a Portugal en representación de la iglesia para participar el 13 de mayo de la multitudinaria celebración en su Día, en uno de los santuarios marianos más importantes del mundo.