Daniela Rojas (34) es una joven profesional de Romeral, Provincia de Curicó, que a principios del 2022 (en plena pandemia) fue sometida a una compleja cirugía por un cavernoma en el Hospital Regional de Talca (HRT).
Dicha lesión, bastante extensa, le provocó complicaciones neurológicas importantes debido a su ubicación en el tronco cerebral, pero hoy, gracias a una intervención sin precedentes en el HRT, se encuentra en franca recuperación, agradecida por esta segunda oportunidad que le da la vida y volviendo a retomar su autonomía.
EN COMA
Según explicó el Dr. Félix Orellana, neurocirujano del HRT, el cavernoma es una lesión vascular de vasos sanguíneos que se forman de manera anormal.
“A Daniela la recibimos en un turno de urgencia derivada desde el Hospital de Curicó. La paciente había presentado síntomas de visión doble, cefaleas, náuseas y vómitos; además de compromiso de conciencia progresivo. En definitiva, entró en un estado de coma rápidamente”, sostuvo el subespecialista.
Fue posible comprender la magnitud de su lesión gracias a oportunos estudios imagenológicos realizados en Curicó y Talca, que incluyeron un escáner y una resonancia de cerebro, en los que quedó en evidencia la extensa lesión neurológica en el tronco cerebral, área que controla los movimientos oculares, los mecanismos de deglución y de reflejo de la vía aérea, entre otros.
“En esa zona hay núcleos del tronco cerebral que controlan la vigilia o el estar despierto. Entonces todas esas funciones se fueron comprometiendo rápidamente por el cavernoma, generando un estado de coma”, precisó el médico.
COMPLEJA NEUROCIRUGÍA
Los cavernomas son poco frecuentes, indicó el médico especialista, y la neurocirugía en sí es muy delicada, por la ubicación de la lesión.
“El caso también lo interconsultamos a Santiago, lo discutimos en el equipo de Neurocirugía nuestro y decidimos ofrecerle una cirugía que requirió coordinar distintas tecnologías que se estaban ocupando desde hace poco en nuestro hospital, como el neuronavegador, que es un dispositivo tecnológico que nos muestra en tiempo real en qué parte del cerebro estamos operando”, señaló el Dr. Orellana.
Además, se utilizó otro dispositivo de neuromonitoreo, examen intraoperatorio que realiza un neurólogo durante la cirugía. “Ahí se van estimulando distintas áreas del cerebro o del tronco encefálico, para evaluar la posible repercusión de resecar esa zona del cerebro”, comentó.
En definitiva, la intervención duró casi seis horas e involucró a un equipo compuesto por dos neurocirujanos del HRT y su equipo clínico, el equipo de neuronavegación (externo) y un equipo de neuromonitoreo liderado por un neurólogo de Concepción.
POST CIRUGÍA
Las primeras 48 horas post cirugía eran claves para Daniela. En ese espacio ya había sido extubada en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y comenzaba a obedecer órdenes, lo cual era buen indicio para su recuperación.
No obstante, como consecuencia del cavernoma, quedó “con un discreto déficit motor en uno de sus ojitos, que ha ido mejorando durante este año de neurorrehabilitación, y eso nos tiene muy contentos como hospital y lógicamente a la paciente, porque fuera de esa pérdida de la movilidad ocular, no hay otra secuela mayor en su cuerpo. De hecho, ya está viendo recuperar su vida laboral”, expresó el Dr. Félix Orellana.
Cabe señalar que en Chile, este tipo de lesiones se opera en el Instituto de Neurocirugía y en UC CHRISTUS, también en algunos hospitales regionales, a los que se suma el Hospital Regional de Talca desde el año pasado.
“Como equipo de neurocirujanos es un hito para nosotros y nos motiva a seguir resolviendo casos que hace años atrás no se resolvían en la región, y que actualmente estamos capacitados para hacerlo”, señaló el subespecialista del HRT.
Por último, Daniela recordó su operación señalando que “estoy muy agradecida por toda la ayuda que recibí del hospital en todas las etapas del proceso durante ese mes que estuve en hospital, porque uno nunca espera enfermarse de esa magnitud. Tienen funcionarios maravillosos”.