La investigación realizada por el Centro Nacional de Estudios Migratorios de la Universidad de Talca arrojó además que más de la mitad de encuestados ha debido usar sus ahorros.
Restricciones para recibir beneficios estatales, falta de cédula de identidad, no estar inscrito en el registro social de hogares o simplemente no saber cómo postular a los beneficios, son algunos de los problemas que enfrentan inmigrantes asentados en el país, que no han podido acceder a ayudas durante la pandemia.
Éste es uno de los resultados que se observan en el estudio “Situación laboral y acceso a beneficios sociales de los inmigrantes”, realizado por el Centro Nacional de Estudios Migratorios de la Universidad de Talca, con la colaboración del Instituto Católico Chileno de Migración (Incami).
En la encuesta se entrevistó a inmigrantes que llevan algún tiempo en Chile y que ya se encuentran integrados a la sociedad, concluyendo que un 62% de ellos ha tenido problemas para acceder a los beneficios estatales otorgados durante la pandemia.
Se trata de un porcentaje alto, según estimó el director del CENEM y académico de la UTalca, Medardo Aguirre, quien consideró que éste fue un problema genérico para quienes postularon a los beneficios. “Hubo una crítica general de todos los sectores respecto a la alta cantidad de restricciones para obtener los beneficios estatales durante la pandemia”, precisó.
Es así como se observa que un 40% de los entrevistados indicaron que no recibieron ningún beneficio social durante el 2020, como fueron cajas de mercadería, ingreso familiar de emergencia o bono para la clase media, entre otros. Por esta razón, muchos de ellos recurrieron a los retiros de fondos de pensiones implementados, generando que cerca de un 40% quedara con sus cuentas de la AFP en cero. “Esto es grave, ya que son fondos que se van a recuperar con bastante dificultad o simplemente no se recuperarán”, precisó el académico.
Cédulas de identidad
Uno de los problemas que presentan los inmigrantes encuestados para lograr calificar a algún beneficio es que el 20,01% ni siquiera cuenta con cédula de identidad, a pesar de ser personas que ya están asentadas en el país. En este sentido Aguirre afirmó que “los trámites en general en Chile y en particular para obtener el carnet son engorrosos para los extranjeros, no se les facilita la vida en este sentido, y esto debería corregirse en el futuro para aquellas personas que entran con su situación regularizada al país”.
El académico espera que la reforma a la ley migratoria ayude a mejorar estos procesos, y con ello facilitar la integración de las personas que quieren aportar positivamente a Chile.
Otras problemáticas
El estudio además abordó diversas temáticas laborales y sociales producidas durante la pandemia y que afectaron a los inmigrantes. Entre las preguntas realizadas, se les consultó si sus ingresos disminuyeron durante la pandemia, lo que fue respondido de manera afirmativa por un 80,7%.
En este contexto, los encuestados precisaron que para paliar esta situación las medidas que tomaron fueron principalmente gastar sus ahorros (52,6%), disminuir los gastos en alimentos y vestuario (50,3%), endeudarse (33,2%) y/o crear un emprendimiento (17,7%), entre otros.
También se les consultó sobre el tipo de empleo que tenían, aquí se observa que un 27,9% realiza o realizó actividades profesionales, científicas o técnicas, un 21,5% trabaja o trabajó en el comercio, mientras que un 13,1% efectúa o efectuó actividades de los hogares como empleadores, en menor medida trabajan o trabajaron en actividades de alojamiento y servicio de comidas, construcción e industrias manufactureras.
Por otra parte casi un 80% de ellos tiene o tuvo un contrato en su último trabajo, lo que significa que un 20% no contó con un contrato formal.
Otro aspecto interesante se observa al preguntarles si producto de la pandemia, debieron dejar sus trabajos para cuidar a personas ancianas y/o niños o adolescentes enfermos, discapacitados o por supervisión, a lo que el 24,5% respondió afirmativamente.
A pesar de los problemas y situaciones adversas vividas por estas personas, un aspecto destacable es que tienen un alto grado de esperanza frente al futuro. Un 84% cree que en los próximos 12 meses tendrá una mejor situación económica. “Ellos son personas que se van a quedar en Chile, no están pensando en irse y son relativamente optimistas sobre su situación en el país y no ven alternativas mejores en otros lados”, sostuvo Aguirre.