Especialista sostiene que existen repercusiones psicológicas con el ingreso de esta nueva variante al país, como son estados de frustración y manifestaciones de ansiedad.
Estados de frustración, ansiedad y el estar siempre en alerta son algunas de las repercusiones psicológicas que puede traer el ingreso al país de la nueva variante Delta del COVID-19, de acuerdo a la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca, Natalia Uribe, quien expresó que “a nivel individual se presentan estas manifestaciones que son entendibles”.
De acuerdo a la especialista, esto se produce porque ha pasado mucho tiempo desde el inicio de la pandemia, alrededor de un año y medio, lo que genera un cansancio en la población denominado “fatiga pandémica”, a lo que se suma el ingreso de la variante Delta que trae incertidumbre.
Junto con esto se observa, de acuerdo a la especialista en psicología clínica, una mayor ansiedad en las personas, que pueden estar propensas a manifestaciones de paranoia y actitudes de inseguridad mayor debido a la información que se maneja sobre esta variante, que es más contagiosa.
Por otra parte, la profesora señaló que se produce un efecto en las personas que apunta al individualismo, en especial al observar lo que ocurre con los contagios, por ello llamó a las autoridades a mantener un discurso muy centrado en la promoción de la salud. “Que se hable sobre la importancia de las medidas sanitarias, el porqué se deben realizar y cómo ayuda a que los contagios disminuyan o se controlen. Si esto lo trabajamos a nivel comunitario, con un espíritu más cooperativo, la probabilidad que nos podamos proteger es mucho mayor”, manifestó.
Por ello la especialista instó a las personas a mantener la calma, la perseverancia y la convicción de que el uso de las medidas sanitarias y la comunicación entre la comunidad es clave para enfrentar esta pandemia.
MEDIDAS SANITARIAS
Por otra parte, el epidemiólogo y director de Salud del Estudiante de la Universidad de Talca, Daniel Jiménez, afirmó que la nueva variante puede traer situaciones negativas debido a su transmisibilidad.
“Si no se toman las medidas adecuadas se puede terminar en un aumento en la incidencia de casos, lo que generará que más personas requieran de hospitalización”, manifestó e indicó que, efectivamente, es vital mantener las medidas sanitarias en la población, como son el lavado de manos, el distanciamiento físico y el uso correcto de la mascarilla.
“Es importante además incorporar las nuevas recomendaciones del Minsal, que indican que las mascarillas que se utilicen deben ser de tres pliegues y dobles, e idealmente utilizar la denominada KN95”, precisó Jiménez.
El epidemiólogo agregó que es vital fortalecer aún más el testeo, la trazabilidad y el aislamiento (TTA). “Si esto se logra, ayudará a disminuir la circulación del virus. En especial en el tema de la trazabilidad que en Chile está al debe. En promedio, en el sistema de trazabilidad se definen entre 2 o 3 personas como contactos estrechos, siendo que a nivel mundial hay un promedio de 5, por ello es importante que este proceso de datos se mejore”, argumentó.
Junto con esto, Jiménez señaló que es importante fortalecer la vacunación y por otro lado aumentar la secuenciación genómica, para así detectar focos o grupos de personas que puedan tener la variante Delta.