Cuarentena total en Curicó, ha empeorado la realización de sus actividades internas, como así los entrenamientos a los deportistas con discapacidad y convencional.
Unos veinte deportistas, entre convencional y con discapacidad, integran el Club Ecuestre Zapallar de Curicó, reconocido por la Federación chilena de la especialidad y debidamente legalizado en los registros del IND.
Benefactores de la institución, apoyan con becas a varios de estos jinetes como una forma de continuar practicando este deporte de adiestramiento del caballo. Sin embargo, han sido meses difíciles para el Club Ecuestre Zapallar por cuanto el estallido social, la pandemia por Covid-19 y la cuarentena total en que se encuentra Curicó-urbano, no les ha permitido continuar con sus actividades normales.
La Seremi del Deporte, Alejandra Ramos Sánchez ha estado muy cercana a esta institución “como Mindep-IND apoyamos al Club Ecuestre Zapallar en regularizar su situación en nuestros registros de organizaciones deportivas, quedando en condiciones de presentar proyectos a financiamiento estatal. Lamentablemente por la pandemia, su calendario de actividades debió ser suspendido. Ya se habían producido algunas complicaciones por el estallido social del mes de octubre del año pasado, incluso con la realización de algunos cursos de capacitación para instructores de paraecuestre que son fundamentales para llevar adelante esta disciplina. Nuestra mirada está en los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos 2023, en donde este deporte puede ser una grata sorpresa”, sostuvo la autoridad del deporte regional.
A principios de 2020, el deportista maulino Dagoberto Valdés ganó en todas las pruebas de adiestramiento, proclamándose campeón nacional en un Torneo organizado por la Federación chilena y el Club Deportivo Hasparren, en Paine.
Luego todo cambiaría, explicó el Presidente del Club Ecuestre Zapallar de Curicó, Orlando Saavedra: “la pandemia nos sorprendió en plenas actividades. Yo me encontraba en un curso de instructor paraecuestre en Santiago. También estábamos representando a nuestro club en un concurso paraecuestre que anteriormente se había suspendido por el estallido social”.
La situación actual es compleja, añadió el directivo “mantener los caballos está cada día más difícil. Ahora estamos en cuarentena obligatoria en la ciudad de Curicó y se hace imposible seguir con nuestras actividades deportivas y formativas que nos reportaban ingresos económicos. La mayoría de nuestros caballos se encuentran considerablemente con menos ejercicio, por lo que como todo deportista, se ve reflejado en pérdida de musculatura y una baja en su rendimiento y condición física en general”.
Orlando Saavedra explica que por las circunstancias actuales, tuvieron que destruir el picadero para transformarlo en una zona de sembradío para la alimentación de los caballos “la situación actual nos ha afectado a tal nivel, que tuvimos que sacrificar nuestro picadero principal (lugar donde entrenábamos), sembrando pasto ganadero para ayudar a alimentar a nuestros caballos que por su condición de deportistas, deben tener acceso a buena calidad de pasto y suplementos alimenticios que han subido constantemente de precio debido a la sequía. Este es un deporte caro que nosotros como Club Ecuestre Zapallar hacemos los mayores esfuerzos para hacerlo accesible a través de becas financiadas por nosotros mismos. El costo más alto es la mantención de nuestros equinos. Necesitan alimentación, abundante en cantidad y calidad, entrenamiento constante, revisiones y tratamientos veterinarios, herraje periódico, entre otras cosas propias del cuidado de un ser vivo”.
Los entrenamientos de los deportistas del club están suspendido, tanto por los imponderables generados por la pandemia y la cuarentena total dictada para Curicó, como por el desplazamiento que deben realizar.
Se suma la suspensión de las instancias de financiamiento para esta actividad que otorga muchos beneficios en materia de salud para las personas con algún grado de discapacidad que la practican.