George Bordachar recorre poco más de 3.000 km. al mes en vehículo visitando las distintas comunas del Maule. Si lo llevamos a números concretos, el candidato a gobernador podría recorrer casi el diámetro de la Tierra en 4 meses (12.742 km.), ir a Venezuela en 2 meses (6.632 km.) e ir a Isla de Pascua desde el Continente en solo un mes (3.604 km.). Así mismo, según sus cercanos, George camina aproximadamente 40 kilómetros a la semana visitando a emprendedores, vecinos y habitantes del Maule, la distancia que recorre un maratonista en una carrera.
El día de George Bordachar comienza desde muy temprano. A las 6:30 de la mañana, George enciende su auto, coloca la radio para conocer las principales informaciones del día, y luego la cambia para poner algo del rock clásico que tanto le gusta. “Soy fanático de Julio Iglesias”, nos comenta mientras cierra la puerta. “No le pego mucho al canto sí, pero le pongo empeño”, se ríe mientras suena de fondo “Hey!”, de la estrella hispana.
Partimos tomando la ruta 5 Sur. A George le encanta manejar él mismo. “Nunca he tenido chofer ni nada por el estilo. Siento que manejar sirve para relajarte, programarte para las actividades del día, etc. Sirve mucho para pensar”. Tras pagar el debido peaje, George se dirige por lo general a alguna feria u organización social. “Me encanta visitar las ferias libres y los mercados de cada comuna. Siento que allí uno conoce de cerca las verdaderas necesidades de las personas”. Tras recorrer algunos locales, reconoce que la gente es muy agradecida por el hecho de ser escuchada. “En eso quizás algunas autoridades fallan, por eso es tan importante como servidores públicos visitar y conversar con las personas, no tan solo ir de pasada y saludar, sino también preguntarles cómo están, qué necesitan, o cómo estuvo el fin de semana. Uno le puede cambiar el día a una persona”.
A la hora de almuerzo, George siempre prefiere comer en algún local de la zona, sin ostentación ni lujos. “La comida de casa es la más rica de todas. Cazuela, porotos, pollo arvejado, aquí no se puede ser mañoso”, se ríe mientras se sirve un rico plato de mariscal. Ya en la tarde, George vuelve a tomar el volante y se dirige a otro punto importante. Su jornada termina cerca de las 21:00, cuando George llega a su hogar a definir su próximo destino para el día siguiente. “Esto de salir es algo de nunca acabar, y está bien que sea así. En los viajes uno no solo se informa, sino que crece como persona. Viajar y andar en terreno no es un sacrificio, es parte del trabajo del futuro gobernador regional”. Ya para despedirse, George concluye: “Como diría el gran Joan Manuel Serrat “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.