Andrea Herrera: “Para el 2035 la mitad del gasto que actualmente ocupa Chile en salud, será sólo para obesidad”

En entrevista, la académica del Depto. de Ciencias Preclínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Maule, Andrea Herrera Santelices, se refirió al panorama nacional con respecto a los índices de obesidad y las proyecciones para el 2035.

Según el Atlas Mundial de Obesidad, más de la mitad de la población mundial sufriría esta enfermedad crónica, de aquí al 2035 ¿Cómo se avizora este panorama en Chile?

Las cifras que nos indica el Atlas Mundial de Obesidad 2023, no son muy alentadoras para la salud de nuestra población. De la prevalencia de la obesidad en nuestro país, la curva proyectada para las mujeres respecto de los hombres para el 2035, indica que el aumento va a ser en mayor proporción para ellas, llegando casi al 45%.

En cuanto a la población pediátrica, se espera que los niños también tengan un aumento mayor que las niñas hacia el 2035, por lo tanto, si es que no se toman medidas concretas y próximas para enfrentar esta enfermedad, estos adultos que actualmente viven con obesidad, van a ser adultos mayores con esta enfermedad y los niños, niñas y adolescentes van a pasar a ser adultos con obesidad en 10 o 20 años más, lo que es bastante preocupante y lamentable.

¿Cuánto aumentaría el gasto en salud pública del país con el incremento de esta enfermedad?

Los datos que nos arroja el Atlas Mundial de Obesidad, como estimación para el año 2035 sería un costo del 2.9% del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país. Tenemos que pensar que el 2021 sólo el gasto en salud de nuestro país respecto del PIB fue del 5.8%. O sea, se estima que para el 2035 la mitad del gasto que actualmente ocupa Chile en salud, será sólo para obesidad.

¿Qué tan alarmantes son las cifras actuales de obesidad en la población chilena?

Los datos de la última Encuesta Nacional de Salud 2016, 2017, arrojaron que cerca del 75% de los adultos posee algún grado de exceso de peso, es decir, de diez personas, siete poseen algún grado de exceso de peso en nuestra población.

Respecto de los niños, niñas y adolescentes, el 2021 se publicó el mapa nutricional de la Junaeb y ahí los datos fueron un poco más alarmantes. Nos arrojó que cerca del 58% de los escolares, poseen algún grado de exceso de peso u obesidad, de hecho, el 31% de esta población fue clasificada con obesidad u obesidad severa.

¿El confinamiento por la pandemia del COVID-19 influyó en el incremento de esta enfermedad?

La pandemia por COVID-19 tuvo un impacto en el aumento de peso de la población, no sólo en Chile, sino que a nivel mundial según el mismo Atlas Mundial de Obesidad.

Distintos estudios hicieron análisis de cómo había impactado en términos de aumento de kilos de peso en la población, un estudio que reunió datos de más de 17 países a nivel mundial, y en promedio hubo un aumento de 1.5 kilogramos de peso durante el período de confinamiento.

Hay otros estudios, por ejemplo, que se han hecho en China en adolescentes, reunieron alrededor de 10 mil personas, y los datos que arrojó es que el sobrepeso aumentó de un 21 a un 25% y la obesidad de un 10 a un 12,5%.

En nuestro país, el estudio de la Dra. Amézquita, que fue publicado en el 2021, indicó que hubo un aumento de la obesidad en los adolescentes del 20 al 25% solo en el primer año de pandemia.

¿Qué recomendaciones daría para tratar la enfermedad de una mejor manera?

Tenemos que reconocer que la obesidad es una enfermedad y como cualquier enfermedad hay que tratarla. Para eso tenemos que promover la asistencia a los proveedores de salud, es importante que las personas se chequeen periódicamente, que asistan a los controles médicos en sus consultorios respectivos, para aquellas personas que están en el sistema de salud privado, existe a disposición en forma gratuita, un examen anual en donde toman ciertos exámenes sanguíneos y eso puede ayudar al diagnóstico precoz. Esto es parte del screening médico y te indica que tienes algún signo clínico asociado a esta enfermedad.

Las personas que viven con obesidad manifiestan como barrera para el autocuidado médico, que los profesionales de la salud muchas veces no estamos capacitados en la enfermedad y por ende sienten algún tipo de trato discriminatorio y sesgado por peso. En ese sentido, como no hay capacitación, no hay un buen diagnóstico y eso obliga las personas que viven con obesidad a incurrir en un gasto extra, buscando a alguien que los atienda bajo el diagnóstico correcto.

¿En Chile existe una normalización hacia la obesidad?

La obesidad es una enfermedad multifactorial, tenemos factores propios de la persona y factores externos. Uno de esos es el contexto sociocultural en el cual se desenvuelve la persona, si yo estoy viviendo en una sociedad donde la cultura te dice que cuando tienes un triunfo, algo alegre como cuando gana Chile, ¿qué hacemos? Nos juntamos a un asadito en una casa. Si alguien fallece, el funeral termina en una comida. La cultura chilena, por lo general, es ‘obesogénica’, nos reunimos en torno a la mesa y tú demuestras el cariño con comida y la persona demuestra que de verdad se siente a gusto comiendo.

Parte del hecho de que en Chile tengamos esta prevalencia tan alta, tiene relación con nuestro entorno sociocultural. Existen otros factores como los genéticos, porque hay mayor predisposición a lo mejor a desarrollar obesidad en ciertas familias.

También hay factores emocionales, el año 2020, Acosta publicó un estudio donde propone cuatro fenotipos de obesidad:

El cerebro hambriento, en donde existe una desregulación a nivel cerebral del mecanismo de la saciedad; el segundo fenotipo es el hambre emocional, que está dado justamente por el hambre hedónica; el otro fenotipo es del intestino hambriento, en donde el intestino debiera de secretar algunas señales hacia el cerebro y en el fondo disminuir la ingesta de alimentos, pero no es así, la persona consume varias porciones a lo largo del día. Por último, también propone el fenotipo del quemador lento, que son aquellas personas que estando en reposo, consumen menos calorías de las que a lo mejor se espera que consumirían. Por lo tanto, es importante entender que esta enfermedad es multifactorial y no es sólo comer más de lo que se debiese.

¿Cree que las políticas públicas y campañas para prevenir esta enfermedad han generado impacto en la sociedad?

Todas las medidas que se tomen para prevenir una enfermedad, de algún modo van a tener un impacto, a lo mejor pasa que no es el impacto que nosotros quisiéramos ver reflejado. Sería bueno que tratáramos de buscar estrategias que de verdad tengan un impacto grande en las cifras. En ese sentido, hay varias entidades que están haciendo esfuerzos para, ojalá poder llegar a nuestras autoridades y aportar desde sus distintas áreas a una mejor prevención, mejor diagnóstico y tratamiento de la obesidad.

El año pasado se publicó la Guía de Práctica Clínica Chilena de Obesidad, fue un trabajo que realizamos cerca de 60 profesionales de distintas áreas de la salud a lo largo de todo Chile, bajo el alero de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, donde decidimos adaptar la guía de práctica clínica canadiense de obesidad al contexto chileno.

Ahora queremos que se dé a conocer a la comunidad científica, a nuestras autoridades y también a la población, para que así ojalá en un futuro pueda ser tomado este documento por las personas que están a cargo de la salud pública de nuestro país y puedan tomar alguna de las recomendaciones que emanaron de ese documento.

También hay un equipo de colegas en el sur liderados por el Dr. Jaime González, que están tratando de que la obesidad sea reconocida como una enfermedad en nuestra legislación, eso sería un gran paso para que justamente la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de esta enfermedad sea prioridad en la salud pública.

La ley de etiquetados o el programa Elige Vivir Sano, han tenido cierto impacto, pero no es el que esperábamos que tuviera, por lo tanto, también ahí hay que ser lo suficientemente autocríticos y ver en qué nos equivocamos o en qué podemos mejorar. En ese sentido, el llamado siempre es tratar de mejorar y aportar con nuevas estrategias adaptadas a la realidad chilena.

Guía de práctica Clínica: https://guiasobesidadchile.com.