[Columna] El otro incendio

Por Juan José Ugarte, Presidente Corma 

Producto de los terribles incendios que seguimos sufriendo en la zona sur de nuestro país, ya se han consumido 240 mil hectáreas de bosque de plantaciones, lo que representa el 11% del patrimonio forestal productivo del país, destruido en sólo 3 semanas. 

Junto al Instituto Forestal estábamos realizando un estudio exhaustivo sobre el abastecimiento a largo plazo de madera, pero esta tragedia cambió de manera radical los números, por lo que se deberá realizar nuevas proyecciones para el futuro.

En término de abastecimiento de madera, en lo inmediato existirá una cosecha acelerada para salvar lo que queda en pie de los bosques quemados, y abastecer con ello de leña y madera a la pequeña y mediana industria. 

Pero esta importante pérdida de bosques y la cosecha anticipada hace presagiar que en el corto plazo existirá un déficit estructural en el abastecimiento de madera, hacia los pequeños y medianos productores.

Son casi 4 mil pequeños propietarios de bosque que han visto reducido su patrimonio familiar cultivado por décadas a cenizas en sólo unas horas. Son ellos quienes históricamente han abastecido a la pequeña y mediana industria del aserrío y de la producción de energía. 

Por lo anterior, tendremos que hacer frente a este tremendo desafío social y económico, ya que el déficit en abastecimiento a la pequeña y mediana empresa, daña a una fuente de empleo esencial para un importante número de trabajadores de comunas del centro sur de nuestro país.

Hoy más que nunca nuestro país requiere de madera, tanto para suplir el déficit de viviendas, como reemplazar el plástico por fibras naturales, dando así una respuesta efectiva al desafío que nos plantea el cambio climático y avanzar hacia la meta de la carbono neutralidad. 

Debemos generar espacios de colaboración público y privada, creando incentivos para que el pequeño propietario pueda volver a plantar y apoyar al pequeño productor para que cuente con materia prima y tecnologías modernas para generar mayor agregado, y mantener así el empleo. El desarrollo sustentable e inclusivo del sur de nuestro país depende en gran medida de ello.