[Columna] Avanzando a una verdadera integración

La Política Nacional de Desarrollo Urbano, reconoce que uno de los principales desafíos de nuestras ciudades es superar la desigualdad urbana y la segregación social: “esta no solo afecta a las personas que viven en los sectores segregados, sino a toda la población, interpela además nuestros valores y concepto de sociedad, y daña la competitividad y sustentabilidad de nuestras ciudades”.

Superar este desafío, conlleva la implementación de políticas públicas capaces de superar el flagelo de la pobreza, combinando la provisión de una vivienda digna con una adecuada integración de las familias a los bienes y servicios de la ciudad, de tal forma de generar oportunidades para su desarrollo social y económico.

Al mismo tiempo, la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU) establece como su principal prioridad, la necesidad de avanzar sostenidamente en materia de Integración Social. En dicho contexto, el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), reconoce que no existe una formula única para solucionar los problemas de segregación social urbana, muy por el contrario, se logra combinando diversas herramientas.

En esa orientación desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y el Serviu estamos apuntando a la conformación de un banco de suelo público que permita avanzar en materia integración social y urbana. Es una oportunidad que tenemos como País, para lograr un desarrollo más sostenible en nuestras ciudades.

Un banco de suelo público, viene a re-valorar la función social del suelo, buscando con ello, disponer de terrenos bien localizados para favorecer la integración social urbana, profundizar la diversidad social de las ciudades, la equidad urbana, la participación y cohesión social, entendiendo integración como diversidad social y equidad en el acceso a bienes públicos y destacando la localización como un factor determinante.

Si entendemos que promover una mayor proximidad espacial entre diferentes grupos sociales, beneficia a la sociedad en su conjunto en términos sociales, ambientales y económicos, estamos apuntando en la dirección correcta y avanzando en una política virtuosa que está entendiendo a la ciudad como un proyecto colectivo, más que agregar proyectos en la ciudad.

Si a ello sumamos, un desarrollo urbano desde un crecimiento interno en áreas consolidadas, que cuenten con un buen acceso a bienes y servicios urbanos, entre otros al transporte público, espacios de recreación, áreas verdes, comercio, salud y educación, lograremos las metas trazadas.
Esto es tarea de todos, la planificación a corto, mediano y largo plazo es un factor clave y determinante, donde la Sociedad Civil, Autoridades y Servicios Públicos están llamados a cumplir un rol protagónico en esta desafiante tarea.

Claudio Daneck Muñoz
Director regional (s) Serviu Maule